viernes, 19 de mayo de 2017

Reseña: "El olvido que seremos", Héctor Abad Faciolince.

Título: El olvido que seremos.
Autor: Héctor Abad Faciolince.
Género: Biografía, autobiografía, no ficción.
Público: New adult / Nuevos adultos y Adult / Adultos.
Editorial: Planeta.
Número de páginas: 274.
Portada: Tapa blanda con solapas.
Edición: Séptima edición, febrero de 2007.

Sinopsis:

Conjurar la figura del padre es un reto milenario, que recorre consagradas páginas de la historia y de la literatura. En esta última, quién olvida las obras de Kafka, los Roth (tanto Philip como Joseph), Martin Amis, Hanif Kureishi o V. S. Naipaul sobre su venerado o cuestionado progenitor.
Y ahora será también difícil no recordar este libro desgarrador y verídico de Héctor Abad Faciolince, escrito con afecto pero con sangre.
Este libro es la reconstrucción amorosa, paciente y detallada de un personaje. A través de éste, es también el recuerdo de la barbarie de una época, de una ciudad, de unos rituales familiares, además de la evocación melancólica de la niñez y la iniciación en el mundo del propio narrador.
Está lleno de sonrisas y de amargura, canta el placer de vivir pero también muestra el rictus de tristeza y rabia que provoca el vil asesinato de este hermoso personaje, que no es otro que el padre del autor.


OPINIÓN PERSONAL.

El olvido que seremos nos cuenta la historia de Héctor Abad Gómez, el padre de Héctor Abad Faciolince. Y si, así es. Esto es una especie de biografía y autobiografía. Pero no se desanimen por esto, les aseguro que si llegan a leer el libro, les gustará. Bueno, continúo con la trama. Héctor Abad Faciolince nos cuenta por medio de sus memorias ciertas anécdotas de su vida, y en especial, la relación que tuvo con su padre, Abad Gómez, un humanista y filántropo empedernido dedicado a la lucha por las clases populares y la protección de los derechos humanos.

No puedo hablar mucho sobre la estructura del texto o si los personajes están bien construidos porque este no es un libro de ficción. Esto es casi como un documento histórico, pero no se asusten ni piensen que se van a aburrir leyendo este libro. En absoluto.
Al encontrarme con esta historia no puede evitar evocar ciertas hechos ocurridos en mi infancia, como cuando mi papá me enseñó a montar bicicleta a mis seis años, o me corrigió cuando me comporté de una manera incorrecta, incluso me recordó la única vez en toda mi vida en la que él me llegó a levantar la mano por cierta cosa que hice a los ocho años, incluso me hizo recordar la vez en que casi me ahogo cuando tenía tan solo diez. Y no quiero que suene raro, pero estoy segura de que si leen el libro podrán entender este comentario.

La cosa es que a todos nosotros nos quedan ciertos recuerdos grabados en la memoria de nuestra niñez o de cierto momento en nuestra vida. Están ahí almacenados, latentes, ciertamente escondidos pero están ahí. El olvido que seremos sería un perfecto detonador para que aquellos recuerdos resurjan. Creo que eso es lo que hace especial a este libro. Que es capaz de provocar la abertura de un gran dique de recuerdos. Es un libro que ciertamente nos pone a reflexionar sobre la vida, sobre la familia y sobre esa relación especial con la figura paterna, o materna si es el caso.

Algo que también me gustó de este libro, es la historia (una especie de testimonio no directo) de un hombre que fue parte de la historia política y social de Colombia, un hombre, como ya dije, apasionado humanista defensor de los derechos humanos que resultó muerto a manos de esa enfermedad que ha venido afectando a la humanidad desde hace siglos: la violencia. Como dije anteriormente podemos catalogar a este texto como un documento histórico por la cantidad de información que contiene sobre la época de “La Violencia”, un periodo histórico en Colombia que acabó con la vida de miles de personas, una lucha interminable entre liberales y conservadores que surgió por el asesinato del candidato a la presidencia Jorge Eliecer Gaitán en 1948 y que desencadenó un enfrentamiento que hasta el día de hoy continúa, aunque aparentemente menos obvio y brutal.
No puedo decir que la escritura de Abad Faciolince sea especial, pero se puede destacar ese sentimiento de amor, afecto y apego por una persona que lo acompañó desde que dio su primer respiro en este mundo. El testimonio de un hijo que consideraba a su padre como un héroe, con el que creció y se educó para convertirse en lo que es en la actualidad. Un hijo al que le arrebataron ese héroe abruptamente.

Esta es una historia que nos recuerda a nosotros mismos, a nuestra vida, una historia que posiblemente quedará grabada en nuestros corazones y pensamientos por las similitudes que encontraremos entre ella y nosotros, porque nos hace revivir un montón de cosas y nos recuerda que la muerte sólo es el principio del fin y el olvido, el verdadero final.

Hay un poema muy significativo tanto en el libro como en la historia y vida de estos dos Héctor Abad's y creo que es muy importante tenerlo presente. Aquí lo dejo, se titula "Epitafio" y es del ilustre poeta, Jorge Luis Borges.

"Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora

y que fue el rojo Adán y que es ahora

todos los hombres y los que seremos.

Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y el término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los triunfos de la muerte y las endechas.

No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre;
pienso con esperanza en aquel hombre
que no sabrá quien fui sobre la tierra.

Bajo el indiferente azul del cielo,
esta meditación es un consuelo."


Y aquí les comparto un poema titulado "El olvido", que hizo un compañero de mi universidad sobre el texto:



"Perenne ciclo de la vida
Que en instantes de fulgor 
Aúpas o menguas pasiones 
Cual flor que hoy brillante 
Mañana se marchitará.

Oh rayo lúgubre del inti
Oh dulce efigie fraterna
Que desde la primera luz del mundo
La segunda y la tercera
Cual águila con su polluelo, nos conserva.

Ideas eternas, pensamientos cruciales
Perpetuas en la razón de un ente
Sembradas cual semilla en su corazón
Dilucidad el porvenir de castas
Con certeza y acto valiente.

Padres de ideas, creadores de ideologías
Seres que trascienden en la mente
Evocados diariamente con el mayor fervor
Dado por su pueblo, su grupo, su gente.

Es un honor a un esposo,
Exaltación a un hijo,
Sublimación a un amigo,
Estima a un dirigente y, sobretodo
Amor de un padre hacia su hijo."

"La muerte es el principio del fin, el olvido, el final"
Autor: Joan Sebastian Patiño Santamaría..


Calificación: 4/5


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1 comentario:

  1. ★◕‿◕★
    ¡HOLA! He dado con tu blog y he dejado mi huella por acá! ya te sigo me sigues porfa?!
    Saludos desde: https://esconditedeallie.blogspot.com
    ✿✿Besos✿✿
    Me gusta como reseñas estaba leyendo tu opinion sobre el chico de las estrellas y coincido totalmente contigo es un buen libro de parte de Cris y también pienso que se tiene bien merecidas las 4 estrellas :)

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